Fue demasiado tiempo. Ese ardor en los pies, que recorta los pasos. Quiero andar descalza, el amor está en cuclillas.
No digamos nada.
Altaneras miradas, pintadas de verde y minuciosas sonrisas
-minuciosas-, que se acercan a tocarme. Porque invento lo que entrego.
Más todo lo que tengo..
Son esas horas, alocadas, que pasan encerradas en una pieza sin luz, contagiadas por nosotros.
Y esa cama, con sábanas de seda, no es más que mi placer.
Ya tengo tus labios, sedientos de amor. Te lo doy. Esbelto rojo, colorado e inconsciente temor, que vaya superando mi atrevimiento, no pienso perder otro roce. Te beso desde aquel día -niña ingenua, con trenzas y sin alma-, te beso hasta mi tumba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario